martes, 25 de julio de 2023

Un (1) Fantasma del Pasado

Buenas noches, Fantasma del Pasado.
 
Vengo a despedirme, por educación. No es que no disfrute de su compañía. Al contrario. Seguro que podremos rememorar muchos pasajes de antaño juntos. Pero de los tres (3) fantasmas... tiene que reconocer que no es el más popular.
 
Al principio pudiera parecer que sí. Por ejemplo, podremos recordar con usted aquella Navidad donde metimos petardos en el pantalón de Papá Noel. O aquel día, durante la clase de Matemáticas, cuando le pusimos chinchetas en el asiento a la petarda rubia (Lola) que siempre llevaba una (1) felpa y se creía la más guapa y simpática del instituto. Pero también nos hará recordar cosas que no tienen ningún valor para nosotros ahora. Cosas que deben permanecer en el lugar al que pertenecen. O incluso que deberían olvidarse. Tanto unas como otras, a mi parecer Fantasma del Pasado, causan dolor porque nada podemos hacer con ellas, ya no existen; ni para cambiarlas ni para vivirlas. Ah, sí, también están esas otras cosas que dejé para el final porque no creo que le pertenezcan, pues aún nos acompañan en el día presente. El aleteo de una mariposa, o hablar de manera desinteresada a una persona preguntándole por una tercera... y terminar escribiendo esto.
 
Al final todo el mundo quiere al Fantasma del Futuro. ¿Qué es lo que nos depara? ¿Qué será de nosotros? ¿Y de la gente que amamos? Ah, preguntas, preguntas, preguntas. Extraña satisfacción por conocer ahora esas respuestas. Pero el futuro tampoco existe. Es otro engaño. Es un recuerdo que aún no recordamos. Es incluso peor que el pasado en ese sentido.
 
Yo prefiero al Fantasma del Presente. Pero estaré encantado de que nos acompañe, Fantasma del Pasado, si quiere. En cierto modo, todo presente es inmediatamente pasado. Pero se lo advierto, no se aleje mucho. Manténgase cerca de mí y de Sara. No se peina pero es buena gente. ¿Entendido? Buenas noches, Fantasma del Pasado. Espero verle cerca, muy cerca. No se aleje...
 
Buenas noches, Sara. Todo el mundo no merece nuestra compañía ni nuestra existencia. Pero nosotros sí merecemos que alguien disfrute estando a nuestro lado (y nosotros al suyo). Sea de la forma que sea y en el grado que sea: desde la simpatía a la amistad o al amor. Al fin y al cabo, son el mismo sentimiento pero en distinto grado. ¿Acaso un vaso de agua es menos agua que un cubo de agua? No, claro que no. Pues con la irracionalidad de los sentimientos pasa lo mismo.
 
No te sientas culpable por como eres. Siéntete orgullosa por como quieres ser, independientemente de si lo logras algunas veces y otras no. Siempre he pensando que las palabras de un desconocido que no tiene un interés (bueno o malo) por nuestra vida pueden llegar a ser las más sinceras que escuchemos nunca. Con las mías haz lo que quieras.
 
Buenas noches, Sara. No sé si recuerdas los sueños. Pero aunque no los recuerdes, que en ellos (tus sueños) seas feliz.
 

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