Nadie (me preguntó):
Absolutamente nadie (me preguntó):
Yo: ████ “███” █, si es que ése es su verdadero nombre, es una persona que llegó a mi vida por su propia iniciativa y voluntad. Quiero recalcarlo, ya que ella es la principal responsable de que esté escribiendo esto.
Cuando conoces a ████ se queda marcada para siempre en tu alma como un deseo vehemente y en tu corazón como una escarificación. Es dolorosa, no os voy a mentir. No quiero decir que ella me haga daño, no. Pero el corazón es algo tan delicado, tan sensible, que es algo inevitable en las relaciones interpersonales.
Entonces, ¿es ese dolor deseable?
Sí, lo es. Es más, no quisiera que mi corazón cicatrizase jamás si eso significa que ella dejaría de mantener abierto mi pecho mientras sus manos acompasan mis latidos.
¿Por qué?
Porque irradia calor y ternura. Puede que a veces apriete un poco fuerte, y que muchas otras tenga la tentación de alejarse y entonces vuelvo a sentir frío y noto su vacío. Pero pese a todo, sigue siendo ella.
Hablas como si te gustase...
Como ella ya sabe, es una persona querida por mí, aunque muchas a veces no lo cree. La simpatía, la amistad o el amor tienen la misma esencia aunque en distinto grado. ¿Acaso el agua de un vaso es menos agua que el de un cubo? ¿Y el de una piscina? ¿Y el de un río, un mar o un océano? No, claro que no. Pues con la irracionalidad de los sentimientos pasa lo mismo.
Eso que dices, ¿no puede llevar a engaño, confusión o decepción?
Mi respuesta es confianza, apego y desear y procurar en lo que se pueda la felicidad de la otra persona. No es fácil, pero es en lo que creo.
Y si no la sientes así, si no marcó tu alma y tu corazón, es que no has conocido a ████ “███” █, si es que ése es su verdadero nombre.
Por cierto, odia el verde pistacho...
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