martes, 5 de septiembre de 2023

Fetiche

Una de las tantas noches que hemos pasado juntos hablando me preguntaste que cuál o cuáles eran mis fetichismos. Dijiste que todos tenemos alguno, al menos uno, aun cuando no lo sepamos. Aunque más bien crees que es algo que no queremos reconocer... Te contesté de forma elusiva, por supuesto. No por vergüenza, eso ya lo sabes, sino porque no quería hablar de algo que no estuviera realmente a mi alcance. No quería hablar de volar si me era imposible obtener unas alas.
 
Pero ya no me importa lanzarme desde un acantilado tan sólo agitando los brazos. Ya no puedo guardar más silencio. El silencio ahoga mis pulmones, haciendo que me falte el aire. El silencio presiona mi corazón, haciendo que camine afligido. El silencio golpea mi cabeza, haciéndome creer que voy a enloquecer.
 
Necesito compartir contigo un secreto que ha estado germinando en mi interior desde que te conozco. Mi auténtico fetiche eres tú. Y lo eres a todos los niveles. A nivel psicológico (cómo piensas), a nivel emocional (qué amas y qué odias) y a nivel físico (cómo eres).
 
Necesito respuestas a todas mis preguntas aunque las que obtenga sean incomprensibles; aunque la respuesta sea que no hay ninguna respuesta.

Carezco de las capacidades adecuadas para las artes plásticas. No podría pintarte ni esculpirte. No podría recrearte de ninguna forma que me satisficiera por completo. No podría recrear un que fuera exactamente igual que pero sin ser .
 
Tú, tú, tú, tú, tú. Siempre tú, sólo tú.
 
, mi fantasía. , mi delirio. , mi obsesión.
 
, quien me destruye. , quien me quema. , quien no me deja morir y por ti muero.
 
, quien me crea. , quien me consuela. , quien me hace vivir y por ti vivo.
 
Quisiera poder destrozarte con mis manos para poder recrearte con mis palabras. Y así serías totalmente mía, sólo mía y de nadie más.
 
Necesito que te mantengas viva porque si mueres te llevarás contigo una parte muy importante de la mía.

Mi insania, mi vesania, mi frenesí. Comparte conmigo tu maldición hasta el final de nuestros días. Te brindo mis ojos para que puedas ver el mundo a través de ellos. Te brindo mi cuerpo para que no tengas que lastimar más el tuyo.
 
Mi numen, mi estímulo, mi inspiración. Haz mías tus filias y tus animadversiones. Derrama sobre mí todo tu ser.

Mi musa, mi ninfa, mi femme fatale. Sé mi lienzo en blanco donde mis ojos sean los pinceles que definan tus tonos y colores. Se mi arcilla donde mis manos sean quienes delimiten tus suaves contornos.

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